Charles Baudelaire - Biografía

Posted: domingo, 9 de mayo de 2010 by Produccions Demencials in Etiquetas: , ,
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(París, 1821 - 1867) Poeta francés. Huérfano de padre desde 1827, inició sus estudios en Lyon en 1832 y los prosiguió en París, de 1836 a 1839. Su padre adoptivo, el comandante Aupick, descontento con la vida liberal y a menudo libertina que llevaba el joven Baudelaire, lo envió en un largo viaje a las Antillas entre 1841 y 1842 (según algunas fuentes, podría haber llegado también a la India). De regreso en Francia, se instaló de nuevo en la capital y volvió a sus antiguas costumbres desordenadas.


Empezó a frecuentar los círculos literarios y artísticos y escandalizó a todo París con sus relaciones con Jeanne Duval, la hermosa mulata que le inspiraría algunas de sus más brillantes y controvertidas poesías. Destacó pronto como crítico de arte: el Salón de 1845, su primera obra, llamó ya la atención de sus contemporáneos, mientras que su nuevo Salón, publicado un año después, llevó a la fama a Delacroix (pintor, entonces, todavía muy discutido) e impuso la concepción moderna de la estética de Baudelaire. Buena muestra de su trabajo como crítico son sus Curiosidades estéticas, recopilación póstuma de sus apreciaciones acerca de los salones, al igual que El arte romántico (1868), obra que reunió todos sus trabajos de crítica literaria.


Fue además pionero en el campo de la crítica musical, donde destaca sobre todo la opinión favorable que le mereció la obra de Wagner, que consideraba como la síntesis de un arte nuevo. En literatura, los autores Hoffmann y Edgar Allan Poe, del que realizó numerosas traducciones (todavía las únicas existentes en francés), alcanzaban, también según Baudelaire, esta síntesis vanguardista; la misma que persiguió él mismo en La Fanfarlo (1847), su única novela, y en sus distintos esbozos de obras teatrales.


Comprometido por su participación en la revolución de 1848, la publicación de Las flores del mal, en 1857, acabó de desatar la violenta polémica que se creó en torno a su persona. Los poemas (las flores) fueron considerados «ofensas a la moral pública y las buenas costumbres» y su autor fue procesado. Sin embargo, ni la orden de suprimir seis de los poemas del volumen ni la multa de trescientos francos que le fue impuesta impidieron la reedición de la obra en 1861. En esta nueva versión aparecieron, además, unos treinta y cinco textos inéditos.


El mismo año de la publicación de Las flores del mal, e insistiendo en la misma materia, emprendió la creación de los Pequeños poemas en prosa, editados en versión íntegra en 1869 (en 1864, Le Figaro había publicado algunos textos bajo el título de El esplín de París). En esta época también vieron la luz los Paraísos artificiales (1858-1860), en los cuales se percibe una notable influencia de De Quincey; el estudio Richard Wagner et Tannhäuser à Paris, aparecido en la Revue européenne en 1861; y El pintor de la vida moderna, un artículo sobre Constantin Guys publicado por Le Figaro en 1863.


Pronunció una serie de conferencias en Bélgica (1864), adonde viajó con la intención de publicar sus obras completas, aunque el proyecto naufragó muy pronto por falta de editor, lo que lo desanimó sensiblemente en los meses siguientes. La sífilis que padecía le causó un primer conato de parálisis (1865), y los síntomas de afasia y hemiplejía, que arrastraría hasta su muerte, aparecieron con violencia en marzo de 1866, cuando sufrió un ataque en la iglesia de Saint Loup de Namur.


Trasladado urgentemente por su madre a una clínica de París, permaneció sin habla pero lúcido hasta su fallecimiento, en agosto del año siguiente. Su epistolario se publicó en 1872, los Journaux intimes (que incluyen Cohetes y Mi corazón al desnudo), en 1909; y la primera edición de sus obras completas, en 1939. Charles Baudelaire es considerado el padre, o, mejor dicho, el gran profeta, de la poesía moderna.

Charles Baudelaire



UNA CARROÑA



Recuerda el objeto que vimos, alma mía,

aquella bella mañana de verano tan dulce:

al torcer de un sendero una carroña infame

sobre una cama sembrada de guijarros,



las piernas al aire, como una mujer lúbrica,

ardiente y sudando los venenos,

abría de una manera descuidada y cínica

su vientre lleno de exhalaciones.



El sol brillaba sobre esta podredumbre,

como para cocerla a punto,

y de rendir al céntuplo a la gran Naturaleza

todo esto que al mismo tiempo había unido.



Y el cielo miraba el esqueleto soberbio

como una flor abrirse.

El hedor era tan fuerte, que en la hierba

te creíste desmayar.


Las moscas zumbaban sobre este vientre pútrido,

de donde salían negros batallones

de larvas, que se deslizaban como un espeso líquido

a lo largo de estos viventes harapos.



Todo aquello descendía, subía como una ola,

o se lanzaba chispeante;

se habría dicho que el cuerpo, hinchado de un aliento vago,

vivía multiplicándose.



Y este mundo comportaba una extraña música,

como el agua corriente y el viento,

o el grano que un aventador de un movimiento rítmico

agita y devuelve a su harnero.



Y las formas se borraban y sólo eran un sueño,

un esbozo lento en venir,

sobre la tela olvidada, y que el artista acaba

solamente para el recuerdo.


Detrás de las rocas una perra inquieta

nos miraba con aire enojado,

espiando el momento de recuperar del esqueleto

el trozo que había abandonado.



Y, por tanto, tú eres parecida a esta porquería,

a esta horrible infección,

estrella de mis ojos, sol de mi naturaleza,

tú, mi ángel y mi pasión.



¡Sí! tal serás, oh, reina de las gracias,

despues de los últimos sacramentos,

cuando irás bajo la hierba y las floraciones grasas,

a enmohecer entre las osamentas.



Entonces, ¡oh, mi belleza! dile al gusano

que te comerá a besos,

que he guardado la forma y la esencia divina

de mis amores descompuestos.
 

Fuente: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/baudelaire.htm

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